La última Navidad, Rodri cumplió dos años y medio, y
puedo decir que me ha tomado medio año manejar “los terribles dos”. Observo con
satisfacción que ya no me encuentro en un constante conflicto conmigo misma,
criticando mi capacidad de negociación con un niño de dos años, con
sentimiento de culpa, con los nervios de punta y con una sonrisa esperando que
la calma llegue a mí más rápido que la siguiente rabieta. Creo que mi período de adaptación a esta etapa ya pasó, tenía que
pasar. Creo que por fin he logrado entender a conciencia que guiarlo o educarlo, no significa esperar que se adapte a mi, a mi ritmo y a mi rutina, creo que por eso se generaba tanta frustración. Soy yo la que debo adaptarme a él, a sus necesidades, a su desarrollo, sin dejar de ser su mamá y sin dejar de ser yo, y así encontramos nuestra forma, nuestra propia rutina y nuestro lenguaje.
Mi pequeño ya no es tan pequeño, pero siempre será mi
bebé. Ayer fue uno de esos días en que se acumula todo: la casa estaba hecha un desastre, debía ir al banco, pagar unas cuentas, hacer compras, cocinar... y todo eso en la mañana, sin embargo no pude tener mejor compañero. Rodri tiene mucha
paciencia y quiero creer que eso es un reflejo de mi propio esfuerzo por conservar siempre la calma y tener paciencia, no es nada fácil por eso es admirable en un niño. Aún tiene sus momentos difíciles pero son escasos ¡que siga por ese camino por favor!. Tocó limpiar la casa, él me ayudó quitando el polvo con un pañito; tocó ir al banco, él realizó toda la transacción en el cajero; tocó pagar cuentas, él supervisó atentamente todo (hacemos un alto aquí para media hora en los juegos para niños); tocó comprar, colocó todos los
víveres en su cochecito y se dirigió a caja a pagar, mientras mamá
terminaba de pagar él correteaba por ahí cogiendo cosas, explorando... (gracias a él
tengo super desarrollada mi visión periférica); mientras cocinaba, él comía su
cereal, fruta y yogurt y terminamos casi a la vez, (gracias a él ¡cocino cual rayo!) y luego de limpiar la cocina y con insistentes ¿mamá ya teminaste?, pudimos por fin bajar las
revoluciones, tomar cierta calma y como aún faltaba para la hora de almorzar, dijimos ¡es hora de pintar!
Empezamos pintando sólo con los dedos pero noté que faltaba algo, una sensación diferente.
Cogí un pincel y le pinté la mano, hace tiempo que no lo hacía, y me regaló una sonrisota.
Luego me pidió emocionado el pincel.
Pusimos manitos por aquí y por allá y cada vez se emocionabas más... adiós pincel.
Color y más color, hoja tras hoja, debía moverme rápido para seguirle el ritmo.
Él es feliz, que importa todo lo demás.
Un mañana ajetreada se llenó de color gracias a mi bebé.
Los hijos lo llenan todo de color...aunque haya días que estemos aceleradas, siempre terminan sacandonos una sonrisa. Saludos
ResponderEliminarSí son una maravilla, expertos loquitos en llevarnos hasta nuestros límites, pero cuando se trata de regalarnos alegría ¡Nadie como ellos!.
Eliminar¡Nené está hecho todo un artista de la felicidad!
ResponderEliminar¡Un muackiles!
Si, no hay felicidad más grande que ver feliz a tu hijo. Besos.
EliminarComo Adoran Pintar! Se ve que pasaron un lindo rato juntos. Muy Lindas palabras. A pesar de las situaciones negativas que nos ocurren algunos dias, tan solo mirarlos felices se nos olvida cualquier malestar.
ResponderEliminarfeliz Dia!
La verdad me encantó ver su emoción y locura, tanto que olvidé lo agotada que estaba y hasta del mundo... sólo estabamos él y yo... y mucho color! un momento mágico...
EliminarLa pintura es la actividad que más disfruto con mi hijo y aunque suele ser más el tiempo que se invierte en preparación que el juego en sí mismo, vale la pena totalmente. Besos!
ResponderEliminarEn la preparación y en ordenar todo después jejeje... pero como dices, vale la pena totalmente LO VALE!!
EliminarComo se enriquecen con estas actividades!
ResponderEliminarVivi
SoyMama Blog
Si, al margen de la estimulación que recibe al sentir la textura de la pintura y experimentar con el color, lo que resalto es la experiencia de libertad, la alegría, el interactuar con mamá, el reírnos y gritar juntos de emoción, todo eso con elementos tan simples y en tanto poquito tiempo.
Eliminarjooooooooooooooooo! me encanta que hagas eso con tu niño, me acuerdo perfectamente que de pequeña no hacía nada de eso porque mi madre es doña limpieza. Son momentos que no vais a olvidar y aumenta su creatividad!
ResponderEliminarbesotes
El orden y la limpieza deben inculcarse pero no al punto del constituir límites a la creatividad, me da mucha pena cuando veo niños que hasta entran en pánico cuando sus manitos tocan la pintura... debemos tener mucho cuidado en cómo guiamos a nuestros hijos, ya que en nuestro deseo de cuidarlos podemos privarlos de experiencias enriquecedoras.
Eliminarjajajajjajajajaja Como mola!!! seguro se puso perdido!!
ResponderEliminarUn besote
http://bebetetaymimitos.es
Como loco! pero de contento! y yo con él, fue maravilloso.
EliminarAun que a veces perdamos la paciencia y se nos haga todo un mundo nuestros bebés son lo mejor de nuestra vida y acabamos adaptándonos a todo por ellos. Besos
ResponderEliminarPues sí, la relación madre e hijo es única, no sólo estamos dispuestas a hacer todo por ellos sino que lo deseamos con tanta fuerza, es un sentimiento muy especial inspirado sólo en el amor.
EliminarQue bonito post. Yo no tengo hijos pero me encantan los niños y espero algún día formar una familia y tener esos momentillos tan divertidos con ellos, porque son quienes nos llenan de energía y de vida. Me quedo por aquí a saber más de vosotros y te animo a que te pases por mi blog :) un beso para los dos
ResponderEliminarGracias por tus palabras... convirtiéndome en madre es que he llegado a comprender el real significado de la frase "un hijo es una bendición", mi vida ha dado un vuelco completo con la llegada de mi hijo pero solo para llenarla de felicitad, y de retos que tampoco hay que negarlo, pero todo esfuerzo, no solo vale la pena sino que otorga satisfacciones con creces.
EliminarUn beso, y por supuesto que me doy una vueltita por tu blog. Hasta pronto y gracias por unirte y compartir nuestras experiencias.
Me ha gustado mucho el post, se nota lo feliz que es y eso es lo mejor que hay. Me ha encantado lo de la visión periférica, jajajaja. Besos guapa
ResponderEliminarjajajaja.. es una de las tantas habilidades que desarrollamos las mamás. Un beso.
EliminarEstá guapísimo, se le ve un niño muy simpático y desde luego un gran compañero de trabajo ;) Las mamis aprendemos a desarrollar habilidades que antes pensábamos dormidas. Un besazo grande.
ResponderEliminarSi, habilidades dormidas o que ni imaginábamos que podíamos tener... además de la más importante de todas, velar con amor por nuestro hijos y su bienestar.
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