Una noche en extremo agotada traté de
seguir toda la rutina para dormir de mi pequeñito, la parte funcional la
hicimos, pero al despedirme solo le dije: Te amo hijito, hasta mañana y no
hice lo que siempre y me retiré de la habitación. No pasaron ni diez minutos y
regresé porque sentía la necesidad de cumplir con la rutina, nuestra rutina.
Cuando llegué a su lado estaba acomodadito para dormir, abrió los ojos y me
regaló una sonrisa enorme y suspirando me dijo: ¡viniste!, me conmovió
tanto su emoción y dulzura que por un momento dejé de respirar.
- Si mi amor, vine
porque te amo y para decirte buenas noches.
Me extendió sus
manitos como cada noche.
- Buenas noches
manos, buenas noches ojos, buenas noches naricita, buenas noches boquita,
buenas noches cabecita de oso (besando sus manos, y acariciando
sus ojos, nariz, boca y cabello).
Imagen tomada de internet.
Entre su año y medio y dos años de
edad me la pasé preocupada respecto a si le estaba brindando a mi enanito las
condiciones para estimular el habla, pero ahora me sale con cada palabra o
frase que me deja perpleja y feliz. A sus dos años y medio conversa con tanta
fluidez que casi no puedo creer que hace tan solo seis meses, apenas si decía “mamá”, “teta” y algunos monosílabos. Hoy cuando me ve
arreglando algún juguete o revisando cualquier cosa, muy atento me dice “mejor
yo te ayudo” ¿será que teme que malogre algo? trato de que no se cuenta
que soy un poco torpe para las cosas manuales pero creo no lo he logrado. Si se le dice: Rodri, es hora de bañarse
¿vamos?, él responde: “que te padeceeeee… si juganos”, me
derrito cuando me dice eso.
El habla en mi pequeñito se dio de la
noche a la mañana, sí se estimuló, pero se dio creo yo, cuando se tenía que dar
y desde ahí fue un sin parar y seguimos en ese camino. En casa tratamos de
hablar siempre correctamente, hemos desterrado las jergas incluso como broma,
cantamos, nombramos todo cuanto vemos y
sobretodo siempre escuchamos y
respondemos a lo que el otro dice; esta parte es la más difícil, ya que a
veces como adultos recurrimos a guardar silencio como medida para evitar las
discusiones o para buscar algo de calma, pero con un niño tan pequeño no se
puede actuar de esa forma, por más agotado o agobiado que uno se encuentre debe
poder responder afectuosamente a su hijo,
no se logrará el 100% de veces pero se debe apuntar a eso. Para mí es un reto,
pero ver a mi hijo expresarse tan alegre, dulce, cantar desentonado (salió a su
madre), hablar hasta por los codos, cuidar a los bebes refiriéndose a ellos
como “niños
más pequeños” es una satisfacción y felicidad enorme que me hace sentir
una vez más que todo, absolutamente todo esfuerzo vale la pena.
¿Cuál es la rutina que más le gusta a tu bebé? ¿Cuál ha sido la palabra
o frase de tu pequeño que más te ha impactado o conmovido?
¡ me encanta! los niños a esa edad son esponjas. Yo siempre me acuerdo de que mi madre me decía y lo sigue haciendo de que nadie me quiere más que ella y como siempre me costaba mucho levantarme, lo hacía con sus cosquillas y su zumo de naranja recién exprimido, que se le van las viraminas ¡ ya sabes!
ResponderEliminarbesotes
Oh qué lindo... y que lo siga haciendo hasta ahora. Es lo que podemos lograr regalar a nuestros peques con las rutinas, dulces recuerdos, momentos únicos y lazos de amor más fuertes.
EliminarUn beso Aida.
Mi pequeño tiene 5 años y mis hijos mayores 10 y 11, y desde siempre repetimos su padre y yo los mismos pasos. Una despedida de buenas noches especial, que no puede faltar...unas palabras hechas por y para nosotros que se vienen repitiendo a lo largo de los años cada nocche. besinos
ResponderEliminarEsas son las mejores rutinas, las que alimentan el corazón de quienes las deben seguir como de quienes la guían. Una rutina no sólo es cumplir un proceso, depende de nosotros que tenga un significado mayor para la vida de nuestros pequeños.
EliminarQué bonito, Karina! La mía aún no dice ni una palabra y la verdad es que estoy deseando que empiece a chapurrear con la lengüita de trapo esa tan graciosa que tienen a esa edad. Espero poder contaros dentro de poco cuáles son las frases que me derriten de mi princesita!
ResponderEliminarBesos!
Ya verás que en cualquier momento te sorprende y te va a dejar sin palabras, maravillada y enamorada.
EliminarUn beso.
Es precioso Karina. Nosotros también seguimos una rutina, beso a papá, nos despedimos de Perrogato y nos vamos a la cama con Baloo y el chupete. Generalmente Vikingo se toma el bibe antes de dormir, juega un rato conmigo en la cama y cuando le digo "te quiero amor, a dormir" se tumba a mi lado, me coge la mano y comienzo a cantarle hasta que se duerme. Es un momento precioso. Las rutinas para los peques son muy necesarias. Un besazo.
ResponderEliminarQué lindo!! son preciosos momentos que no debemos desaprovechar para demostrar todo nuestro amor a los peques. Un beso enorme.
EliminarAy que bonito! Ese "viniste!" me ha llegado al alma a mi también. Para comérselo! Besitos!
ResponderEliminarSi, cuando lo recuerdo me mueve el corazón otra vez... fue una dulce, pero extremadamente dulce llamada de atención, mi enano reclama su rutina, la quiere y la necesita... y yo también. Un besote Cristina.
EliminarHermosa rutina para dormirlo!!! lo narras con tanto amor que se me aguaron los ojos!!! que tirnito el ''que te padece jeje!! Mi hijo derrepente hablo a sus 3 anito todo lo que no hablo antes. prono te cuento en el blog mi rutina! Gracias feliz dia a todod!!!
ResponderEliminarSi, es cuestión de tener paciencia, los peques (dicen en mayor porcentaje los varoncitos) demoran en hablar, pero una vez que lo hacen a cada ratito tenemos motivos para sonreir, conmovernos y maravilllarnos con esta etapa. Besos.
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