Cómo acompañar a mi hijo en su preparación para la Primera Comunión

PRIMERA COMUNIÓN FAMILIA CONSEJOS

La Primera Comunión es un evento de suma importancia para las familias católicas. Para ello, nuestros niños reciben a lo largo de uno o dos años, la catequesis.

En la catequesis, los niños reciben una preparación cuidadosa, de manera que comprendan el misterio de Cristo según su capacidad y puedan recibirle con fe y devoción. Los sacerdotes y catequistas brindan esta preparación como ayuda a los padres, pues es nuestro compromiso la formación de nuestros hijos en la fe.

La edad promedio en la que los niños realizan su Primera Comunión, es entre los 8 y 12 años, edad en la que van desarrollando un pensamiento crítico, cierto grado de madurez y responsabilidad. Aún así, necesitan de nuestra guía y acompañamiento constante, especialmente en este momento de su vida espiritual, a partir del cual se unen a la comunidad cristiana para recibir junto a los adultos, la Sagrada Comunión.

Pero, ¿cómo podemos acompañar a nuestros hijos en este período especial de preparación? Viviendo con más entrega y alegría nuestra religión, en el seno familiar y en nuestra comunidad, inculcando desde la experiencia y con la calidez que solo los padres podemos brindar. En este período será de mucha importancia:

Asistir juntos a la Misa dominical

El domingo es el Día del Señor, y la misa se vive todavía con más alegría. Que tu hijo aprecie lo que es la comunidad cristiana y la belleza del sacramento de la Eucaristía. Pero, lo más importante, que te pueda ver a ti, comulgando, acercándote con fe al encuentro con Cristo.

Conversar sobre el pecado

Comparte con tu hijo experiencias que lo ayuden a comprender el dolor que causa el pecado en el corazón y, sobre todo, la grandeza del perdón de Dios.

Que tu hijo te acompañe a confesarte

Si las condiciones lo permiten, que tu hijo aprecie en ti, cómo se presenta un cristiano al Sacramento de la Confesión. Conversen sobre la importancia del arrepentimiento, la penitencia y el propósito de enmienda. Tu ejemplo lo ayudará mucho en el momento que él mismo deba acercarse por primera vez a confesarse.

Visiten al Santísimo Sacramento

Al menos una vez a la semana, las parroquias abren sus puertas para que los fieles puedan visitar al Santísimo Sacramento, el propio cuerpo de Jesús Sacramentado, para un encuentro o comunión espiritual. Acércate con tu hijo y vivan juntos un momento de adoración al Señor, orando o meditando en silencio.

No pierdan “el foco”

La Primera Comunión es motivo de gran alegría y celebración, pero no debemos perder de vista su carácter espiritual. Que la preocupación por el vestido, la fiesta, los regalos o los recuerdos, no los distraigan del verdadero sentido del Sacramento. Por el contrario, vive junto a tu hijo la trascendencia de la ceremonia, prepárate, confiésate y comulga también ese día. Estar unidos en el amor de Cristo, en esta celebración única, se guardará en sus corazones para siempre.

¡Bendiciones a tu pequeño/a en su Primera Comunión!



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