Las mañanas con niños pequeños
pueden ser muy difíciles, en especial si es una de las mañanas en que toca ir
al nido, kínder, la guardería o con los abuelos, porque de ahí te diriges hacia
tu centro de trabajo, vale decir, cuando tienes que llegar a un sitio a
determinada hora, y eso, definitivamente no está en la lista de prioridades de
un niño. Como mamá ya habrás notado que por más que los pequeños
conozcan sus tareas de la mañana, preferirán siempre jugar o entretenerse con
cualquier otra cosa a avanzar con lo que tengan que hacer para salir a tiempo
de casa.
Hoy, comparto contigo cinco tips para hacer nuestras mañanas junto a nuestros pequeños, más sencillas y sobretodo más felices:
1. Descansa y levántate temprano.
Sí, empieza por ti. Debes dormir lo suficiente para tener la
energía y disposición emocional para tener mañanas tranquilas con tu(s) hijo(s);
puede que con algo de prisa, pero sin gritos. Levántate por lo menos 30 minutos
antes que tus peques para poder bañarte, vestirte y avanzar lo que puedas
mientras ellos aún duermen. Recuerda que el objetivo es que mantengas la
serenidad y paciencia en esos momentos que para ellos muchas veces no son
gratos. Seguramente si se tratara de un día de paseo o evento especial serían
los más colaboradores del mundo, pero en lo cotidiano no es así. Ten en cuenta
que hacer la mañana sencilla y feliz no significa que hagas las cosas por tus
hijos, sino seguir guiándolos y
apoyándolos en el desarrollo de su autonomía, sin gritos o amenazas.
2. Acuesta a tu hijo temprano.
Dormir temprano para los niños solo tiene beneficios: reposición
de energía, asimilación de lo aprendido durante el día, mejora la capacidad de
concentración, contribuye al desarrollo físico, del sistema inmunológico, etc.
Pero para efectos de nuestro tema, les hará posible despertarse más temprano y
más contentos.
3. Deja listo todo lo que puedas.
La noche anterior deja lista tu ropa y la de tu peque, las
mochilas, bolsos o algo en particular que deban llevar ese día. Tómate unos
minutos el fin de semana para planificar las loncheras y menús, eso te ayudará con
las compras, tener preparadas y congeladas algunas cosas para avanzar y
sobretodo ganar minutos en la mañana pues ya sabrás qué preparar en el desayuno
y poner en la lonchera cada día.
4. ¿El peque no se quiere despertar? Aprovecha el tiempo.
¿Qué rico es dormir cierto? Calcula el tiempo necesario para
que tu peque se asee, vista y tome desayuno, y unos minutos antes acércate a su
habitación a despertarlo con cariño, sea con un llamado con voz suave, con
besitos delicados, o como les guste a ambos, un primer llamado mientras tú
continúas alistándote. Luego haz un segundo llamado, con voz un poco más fuerte
pero sin gritar, abre un poco las cortinas, pon algo de música en volumen bajo o
haz algo para que él note que el día ha empezado. Si tu peque descansó temprano
le será sencillo iniciar sus actividades; pero ojo, eso seguramente significa
jugar ¿cierto?
5. Reglas claras sobre jugar o no jugar en la mañana.
Es recomendable que los pequeños diferencien los días que
deben salir temprano de casa, de los fines de semana en los que pueden “relajarse”
un poco, en cuanto a si pueden o no jugar a primera hora de la mañana. Si tu
peque se encuentra en la edad en que debe hacerse cargo de su propio aseo,
cambio de ropa y tender su cama, lo mejor será establecer la regla de “en las
mañanas que tenemos que salir, no se juega” o quizás, “si has terminado tus
responsabilidades, puedes jugar, hasta que sea hora de salir”. Unas láminas
coloridas para que él mismo marque la tarea cumplida puede resultar motivador y
divertido cada mañana, descarga las láminas aquí.
Las ruedas de la carreta
Hace tiempo a mi pequeño se le ocurrió poner a prueba la resistencia de una carretita de plástico a la que terminó estrellándole una de sus ruedas. ¡Cómo le gustaba esa carretita! Y se negaba a botarla, así que la siguió usando por unos días más hasta que terminó dándose cuenta que si una de las ruedas no funcionaba, la carretita no avanzaba y peor aún, no se mantenía estable y botaba todo lo que contenía. Un día, en un momento de calma luego de una mañana difícil, conversamos y tomé a su carretita como ejemplo. Le dije: “La familia es como la carretita, todas las ruedas deben estar bien y funcionar para que la carreta avance; así como todos los miembros de la familia debemos poner de nuestra parte para avanzar”.Dar indicaciones claras acerca de las responsabilidades de los niños es muy importante, pero lo es más, la comunicación. En momentos que estén tranquilos, sin la presión de la mañana, conversa con tu hijo y dile lo importante que es que cumpla con sus tareas cada día y además que ayude a quien lo necesite, quizás a un hermanito menor o a sus propios padres.
Conversa con tu pareja. Te soy sincera, muchas veces creo
que sola hago mejor las cosas, pero los padres son dos ¿cierto? El papá debe
ser partícipe de la rutina en las mañanas, sea con las tareas de la casa,
ayudando a los peques, o manteniéndose firme en el cumplimiento de la rutina.
Si todo esto no funciona…
Planificaste tu mañana, dejaste
todo listo en la noche, acostaste a los peques temprano, tú te acostaste no tan
tarde, el papá participa de la rutina, pero...
El peque no se quiere despertar,
la ropa que le alistaste o que él mismo eligió ya no la quiere usar, no quiere
tomar desayuno, se distrae hasta con el aire, se le cae la comida y se ensució
la ropa que le lograste poner, se te hizo un tiradero en la cocina y lo tienes
que ordenar porque si no familias de bichos te darán la bienvenida en la noche, recibes una llamada urgente que debes atender, mensaje o correo incluido y una o más cosas que terminan alterando el curso de la rutina que con tanto esmero has planificado...
¿Qué hacer?
Es hora de emplear todas las
técnicas posibles para mantener la alegría y tranquilidad tuya y de tu(s) peque(s):
- Recuerda que no puedes controlar todo, te puedes anticipar, pero siempre se darán imprevistos que habrán que solucionar (y si no se pueden solucionar, pues por qué molestarse ¿cierto?)
- Tú eres el adulto, eres quien debe manejar sus emociones y ser modelo para tus hijos. Tu hijo te observa en todo momento y aprende de ello, de tu organización o desorganización, cómo haces las cosas, cómo enfrentas los problemas y tu actitud frente a diversas situaciones.
- Ni un plato roto, ni haberse ensuciado la ropa, ni llegar tarde a un lugar, valen un grito a tu hijo, y me lo repito a mí misma a menudo. Recuerda que una mañana armoniosa y con risas, le dará a tu hijo la seguridad y confianza que necesita para todas las horas que estará lejos de ti.
- Ponte en el lugar de tu hijo ¿Te gustaría que te despierten a gritos? ¿que constantemente haya una voz detrás de tuyo diciéndote ¡apúrate!? ¿que quieras hacer las cosas pero que alguien te interrumpa porque lo haces demasiado lento para su gusto o necesidad? No, ¿verdad?, ¿y por qué lo tiene que soportar tu hijo? ¿por qué su rutina debe ser así?
- Nada salió como lo esperabas, estas agotada, frustrada, nadie te ayudó, tienes otros problemas en la mente y para colmo llegarás tarde una vez más… y estallaste, le gritaste a tu hijo, lo asustaste y le hiciste llorar. Pues por todo el amor que le tienes, guarda silencio; y si es necesario, aléjate, respira y recuerda, que eres todo para tu hijo, que él está aprendiendo y que no hay ninguna intención de hacer las cosas mal o de fastidiarte, que por el contrario él adora verte sonreír. Olvídate del reloj y del mundo y pide perdón, cura el corazón de tu hijo y el tuyo, hay muchas mañanas por delante y cada día se pueden hacer mejor las cosas.
la verdad es que son tips que para la gente que tiene hijos les gustará porque parecen que ser muy útiles y como dices tu, para hacer las mañanas más sencillas y felices :)
ResponderEliminarLas palabras clave para las mañanas felices son: organización, anticipación y paciencia, tanto con los peques como con nosotras mismas y nuestras expectativas. Las mañanas de bañarse, arreglarse y coger el bolso se acabaron, y si no hemos terminado de asimilar que nuestra rutina debe ser completamente diferente muy probablemente carguemos con nosotras un sentimiento de frustración diaria.
EliminarGracias por tu comentario.
Hola ! Muy buenos consejos .Lo peor que llevo con la mía es que se acueste temprano
ResponderEliminarBss
Ese es otro gran tema, que da para otro post :) Un abrazo!!
Eliminar¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado. Todavía no soy madre (espero serlo en un futuro cercano) pero me han resultado muy útiles los tips. De todas formas, me quedo con tu apartado de "¿y si todo esto no funciona?" y ¿"qué hacer?". Creo que los puntos que tocas en el último apartado son muy importantes. Sobre todo el de no gritar a los niños por cosas tan insignificantes como una mancha en la ropa ni llegar tarde a algún sitio. Comparto totalmente esa idea. Quiero que sepas que me quedo por aquí y voy a leerme muy mucho tus entradas. :)
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado el post, la maternidad es maravillosa y una transformación completa, al lado de los seres que nos aman sin límites, nuestros hijos. Muchas gracias por tu comentario y bienvenida a Mamá&nené. Un besito.
EliminarHola! en este post abordas el tema desde todos los puntos de vista porque a veces se dan consejos pero nadie te dice qué hacer cuando no funciona nada y entonces te sientes frustrada porque lo hiciste todo al pie de la letra y salió al revés. Besos!!
ResponderEliminarEs que sobre crianza y paternidad en general, no hay manuales que podamos seguir al pie de la letra y que funcionen. Cada padre e hijo es totalmente diferente aunque vivamos circunstancias similares. Decidí tratar el tema de la forma más sensata posible, con la premisa de que sí, con mucho esfuerzo y paciencia podemos hacer nuestras rutinas más sencillas, pero también habrán ocasiones en que nada resulte como lo esperamos (o planificamos); en eso momentos, debemos tener más presente que somos padres, guía y modelo de nuestros pequeños. Un besito.
EliminarEstupendos consejos. Yo soy de las que preparo todo el día anterior (además como en el trabajo así que el tupper debe estar listo previamente) y también le inculco a mi hijo que deje la mochila y la ropa lista la noche anterior. Tomar tiempo para un desayuno en calma también es un imprescindible en casa, que casi siempre conseguimos.
ResponderEliminarLo comparto para que todos disfrutemos de unas mañana aún más alegres. Un beso.
Se dice que el desayuno es la comida más importante del día, creo que en efecto lo es, es parte de cómo lo iniciamos y qué mejor que hacerlo con tranquilidad y disfrutándolo con los seres que amamos y que en muchos casos no veremos el resto del día o parte de él.
EliminarGracias por compartir este post, un besito.
Tu post me hizo recordar cuando recién estaba en proceso de adaptación a mi nueva rutina cuando mis niños estaba en el nido, sentía que todo se me escapaba de las manos y hacía las cosas a medias o al menos era la sensación que yo sentía, ahora mis hijos son muchos mas grandes uno de 11 y el otro de 9 creo que manejo mejor las situaciones y acostarse temprano y descansar bien es vital para hacer las cosas bien al día siguiente, tener lo mas que se pueda listo también me ayudo de mucho, la clave es la organización y dar tiempo al tiempo.
ResponderEliminarExacto, nuestros pequeños dejarán de serlo, el aprendizaje es gradual y no debemos olvidar que nosotros también fuimos pequeños, que no aprendimos las cosas de un momento a otro y que por ello, tanto como esfuerzo, planificación y organización, debemos tener mucha paciencia y flexibilidad para adaptarnos rápidamente a los cambios, atender imprevistos y aceptar que algunas cosas no resultan como lo esperamos, pero que se pueden mejorar.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, un abrazo!
Me ha gustado mucho este post Karina la verdad es que muchas veces a las madres deberían daros un premio novel a la paciencia, aun no tengo hijos pero como salgan como yo estoy apañada, yo era puro nervio y traía loca y desesperada a mi madre.
ResponderEliminarjajaja... hay algo innegable, cuando tengas un hijo de hecho se parecerá mucho a ti en su forma de ser pues serás su modelo desde su primer instante de vida. Eso mismo nos lleva a las madres a ser mejores cada día y es mucho por sentido común, por deseos conscientes de hacer bien las cosas, de criar lo mejor posible a un hijo, pero también lo es por el inmenso amor que tenemos hacia ellos, y en eso no hay manual que nos diga como hacerlo. Uno cría lo mejor posible, hace todo lo que puede y más solo por amor, y el saber que nuestros pequeños están bien y felices es la satisfacción más grande que podemos recibir.
EliminarUn abrazo muy grande Sara, gracias por tu comentario.