Con tantos cambios en el mundo y el acercamiento abrupto y excesivo de los niños a lo digital, para estudiar, entretenerse, comunicarse... el sencillo acto de pintar puede ser además de entretenido, relajante, una pausa a la inmediatez virtual y la reconexión con sensaciones de paz y felicidad que tanto necesitamos hoy en día.
Este proyecto, parte del gusto de Rodri por las gemas, la variedad de sus colores y formas, y la aplicación de dos técnicas que también le gustan mucho: el degradado con acuarelas, y el difuminado con tizas.